domingo, 6 de julio de 2008

El Calzon en la historia



They would have to pass more than hundred years and two world wars until it was this intimate article that we know today. Brief, slight, of lace or cotton, synthetic or of silk, bought by the step or chosen with the major rigor, the underpants speak by it self. The one who wants to hear ... this is the history.



El taparrabos se podría decir que fue la primera prenda que uso el hombre para tapar su entrepierna, este consistía en un pedaso triangular de cuero de animal o tejido, con cintas cosidas a las esquinas. Las cintas se ataban alrededor de la cintura. En la mayoría de las civilizaciones antiguas ésta era la única ropa interior disponible, los taparrabos siguen siendo utilizados por tribus que habitan en regiones tropicales, incluso es la prenda interior tradicional en muchas sociedades asiáticas.

Años después los griego, que utilizan túnicas hasta las rodillas, tomaron contacto con los pueblos orientales, tomando y adaptando de ellos la ropa interior, llamaron θυλακoι a los pantalones amplios que comenzaron a utilizar como prenda de vestir, sustituyendo así los taparrabos.
Luego los romanos copiaron de los galos, una especie de pantalones de cuero de animal para sus soldados cambiando el material de la piel por otro de lana, más cómodo y adaptable. Más tarde, empezaron a usar de manera mas cotidiana esta nueva prenda apodándolos Bracatus totum corpus, estos consistían en un traje especial que cubría a la persona de la cabeza a los pies.
El primer registro de la historia de ropa interior son mosaicos del siglo V de la era cristiana, de Piazza Armerina en Sicilia, en los que hay doce muchachas que se llaman las gimnastas luciendo lo que hoy conocemos como calzón y sostén.


Esto se mantuvo sin mayores cambios hasta el siglo XVI, cuando los hombres llevaban unos calzones al cuerpo que les daban libertad de movimiento.
A partir de la Edad Media la ropa interior se hizo más cómoda y liviana, fabricándose con materiales más suaves, como el algodón o el lino. La mujer debía prepara su ajuar, que consistía en hacer a
mano todas sus prendas de vestir, entre ellas las intimas. El taparrabos fue reemplazado por una prenda suelta parecida a los pantalones que se ataban a la cintura y a las piernas. Algo que no podría dejar de mencionar y que se dice que ocurrió en estos mismos tiempos es la aparición del calzón de castidad, usado por las mujeres de los señores que partían en las cruzadas para poder asegurarse de la fidelidad de ellas en sus largas ausencias. Pero no hay pruebas de que esto sea verdad o solo una leyenda.


Años después con la invención de las máquinas de hila, hacia la segunda mitad del siglo XVIII, facilitaron la elaboración de tejidos de algodón. Las fábricas producían ropa interior de manera masiva y, por primera vez, la gente empezaba a comprarla en lugar de hacerla en casa.
Pero no fue hasta el siglo XIX que las mujeres se adueñaron de esta prenda de vestir, más bien masculina, transformando esos magníficos calzones muy sueltos y cómodos, en insoportables calzones bombachos adornados con cuanto encontraron, lo que se convirtió en un armatoste de tela que les impedía hasta caminar.




Este nuevo “calzón” se propaga por toda Europa. Usado al principio sólo por las niñas, se impone entre las adultas. El modelo corriente del siglo XIX, tanto para hombres, mujeres y niños, eran unos trajes de este algodón tejido, que cubrían desde las muñecas hasta los tobillos. Pero recién hacia 1820 formó parte de los guardarropas femeninos. Veinte años más tarde, una norteamericana, Amelia Jenks Bloomer, contrató a una diseñadora amiga, Elizabeth Miller, para confeccionar unos calzones usaría mientras recorría Londres y Dublín dando charlas sobre “El arte del vestir”. Luego en los años 1870 hasta la Primera Guerra Mundial, las prendas eran todas blancas, estaban cargadas de bordados a mano, aplicaciones de encajes, bordados y pasacintas.



La mujer del período romántico, de finales del siglo XIX y principios del XX, usa una camisa, calzones, corsé con liguero para sujetar las medias, puede llevar enaguas y cubrecorsé. La cantidad de prendas interiores no distinguía clases sociales, aunque sí se diferenciaban las mujeres ricas de las pobres por la calidad de las telas y adornos ocultos debajo de sus vestidos que llegaban al piso. la prenda era difícil de llevar, pero también de lavar. Las pioneras las usaban una o dos semanas: sólo cambiaban cada tanto una tirita interior que usaban a modo de avanzada de las toallas higiénicas.



Tiempo después aparecen los pantaloncito de sarga llamado “racional. La sarga picaba, era gruesa e incómoda. Fue lentamente reemplazada por nuevas prendas de algodón, muy reclamadas por bailarinas de charlestón y tango.



La ropa interior de las primeras bailarinas de tango estaban confeccionadas en sarsenet negro, una tela delicada, y adornadas con volados de encaje. En las primeras décadas del siglo XX, los calzones, junto con los vestidos, fueron acortándose, llegaron hasta abajo de la rodilla. Pero fueron las primeras ciclistas y golfistas las que requirieron, cerca de 1920, ropa especial, y calzones especiales.


Entre la Primera y la Segunda Guerra fue que aparecieron los materiales que revolucionarían el universo de la ropa interior. Entre ellos el nylon, que se utilizaba para fabricar paracaídas pero después del ‘45, el mercado ofrecía calzones baratos, suaves y pequeños que las mujeres se abalanzaban a comprar con ansiedad. Más tarde Christian Dior partió el New Look, en el que la figura femenina renació con todas sus curvas. Paralelamente imparable inserción femenina en el mercado laboral hizo que cada mujer tuviera su media docena de Calzones en su ropero. En los últimos años, muestran una sexualidad un poco más confusa, a la que aportaron lo suyo diseñadores con Calvin Klein o Donna Karan.



En nuestros tiempos podemos agradecer la gran variedad de calzones que podemos encontrar pasando por las pantaletas que son mas anchas, las tanga que son más pequeñas y los colaless que son extra-pequeños que como dice el nombre deja la cola des cubierta. También tenemos una cantidad de telas, colores y diseños para regodearnos, pero el problema es que nunca tenemos demasiados. Es una de las prendas favoritas de las mujeres ya que para cada ocasión hay un calzón.



Publicado por: Valentina Castelblanco

Bibliografía:

Texto
http://es.wikipedia.org/wiki/Bragas
http://www.misrespuestas.com/cual-es-la-historia-de-la-lenceria.html
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-18779-2003-04-13.html
http://amolamoda.wordpress.com/2006/07/23/historia-de-la-ropa-interior/
http://nst.hispaware.com/modules.php?name=Sections&op=viewarticle&artid=10
http://www.celtiberia.net/articulo.asp?id=2606

Fotos
http://www.avizora.com/publicaciones/la_mujer_y_su_mundo/textos/0041_ropa_interior_objeto_deseo.htm
lua-media.blogspot.com/
gotomaxproductions.blogspot.com/
www.pocanticohills.org/womenenc/bloomer.htm
http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=763

Érase una vez... un objeto en la cabeza...

It could be for protection, could be for identification, maybe for hygiene, coat, or maybe it was for simple flirtation. The hat is an accessory of our daily life, an accessory that more than someone possesses in his closet. Or I am wrong? Also this question of what they are, or the value of other things that we have put in our heads; as flowers, ribbons even wigs … So many user and so little interest to know the origin of this "tendency" or "needed" of the men to put things on the head, has led me to realizing this report. How to know if the creation of this accessory, often considered as mere cephalic decoration, could have given us individuality or maybe utility along the history?

Estamos al tanto de que los hombres en la prehistoria utilizaron gorros de piel para protegerse del frío y del sol. Incluso si nos remontamos a las primeras civilizaciones podemos encontrar grabados en donde se demuestra el uso de estos adornos cefálicos afines a los hombres de guerra. A la par vemos como los incas nos han legado sus notables adornos con plumas de gran variedad de colores y flores.

El primer registro de sombrero con alas es del siglo V a. C. en Grecia; era usado por cazadores y viajeros para protegerse del sol y la lluvia tal como lo hicieron las primeras civilizaciones, pero estos eran de paja y se los ataban bajo la barbilla para que cuando no estuvieran en uso, colgaran en sus espaldas. Este tipo de sombrero es fabricado y utilizado hasta la actualidad por su bajo costo de producción* a pesar de ser un procedimiento muchas veces manual. Es el sombrero más utilizado sobretodo por las mujeres que a principios del siglo XX comenzaron a adornar con plumas y cintas con el simple fin de la elegante ornamentación.

Y si hablar de adornos y ornamentación sobre la cabeza se trata, tenemos que volver al antiguo Egipto, donde los hombres tendían a raparse la cabeza y luego colocarse sobre ellas nada mas ni nada menos que pelucas, sí, de largo cabello negro liso y con fleco.

No esta demás mencionar nuevamente a Grecia, donde posteriormente se adoptaría la misma tendencia. La atención que le daban al aspecto físico, también se vio influenciada en el cabello; se desarrollaron un sin numero de peinados con variados detalles, grandes melenas y las ondulaciones el cabello. (Fue en este período cuando aparecieron las escuelas de peluquería, y con ello las pelucas).

Ya en el Renacimiento (XIV- XVIII), comenzaron a aparecer modelos más pintorescos de pelucas, y con ello también las ‘famosísimas’ pelucas blancas utilizadas por los hombre se la corte.

Luego, al imponerse la moda de la peluca en el siglo XVII, en Europa, el sombrero se hizo muy ancho
y se adornó con encajes y plumas de forma semejante en los caballeros y en las damas.

En el siglo XVIII imperó el famoso tricornio, La Revolución francesa hizo resurgir la moda de los sombreros sencillos adornados con escarapelas.

El sombrero femenino del siglo XIX sirvió a una moda lujosa y se diferenció claramente del masculino, que era mucho más sobrio. Se usaba para la confección el terciopelo, la paja, el paño, el raso y el fieltro y se adornaban con plumas y cintas para completarlos a principio del siglo XX.

Un sombrerero londinense creó el sombrero de copa o chistera, fieltro de de paño. Utilizado sin distinción de clase alguna en la década de los cincuenta.

Los distintos tipos de sombreros que han hecho furor con el tiempo es muy posible que los conozcamos por alguno que otro personaje famoso, como Charles Chaplin o Churchil, quienes se distinguieron con sus somberos bombín o pavita.

Hoy en día es facil reconocer la utilidad o la distinción que otorgan los sombreros… por ejemplo es habitual ver grupos llevando boina autodeclarando muchas veces su categoría de “intelectual”, existen las gorras deportivas, los gorros de lana para la epoca de invierno, y los lujosos sombreros a veces en la alta sociedad.

Por: Bárbara Ferrada A.

Bibliografía:
http://es.wikipedia.org/wiki/Sombrero
http://es.wikipedia.org/wiki/Peluca
http://www.content4reprint.com/view/spanish-24885.htm
http://www.oya-es.net/reportajes/sombrero.htm
http://www.elpais.com/fotogaleria/Vuelve/Chaplin/4827-3/


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